viernes, 20 de febrero de 2009

EL SOL Y LA VIDA HUMANA - Los secretos del Sol (II)

La identificación de las causas de tales fenómenos es prioritaria para los investigadores. Pero nuestra estrella no revela con facilidad sus secretos, lo cual no es de extrañar, ya que estudiar el Sol significa adentrarse en un medio que nos resulta particularmente extraño.

La culminación del ciclo de las manchas solares, es culpable, en términos relativos, a una temporada de huracanes en la Tierra.

El campo magnético del sol está en su momento más turbulento. La energía se acumula en las líneas del campo magnético y estas estallan en fulguraciones solares que arrojan radiaciones electromagnéticas en forma de rayos X a la velocidad de la luz.

De igual manera, una nube de plasma con eyección de masa comonal (EMC), es lanzada al espacio con la energía de 200.000.000.000 millones de bombas de Hirosima .

La magnetosfera, el escudo creado por el campo magnético protege del daño físico por esos excesos solares, pero sus efectos sobre la tecnología pueden ser devastadores, y los hemos descrito en párrafos anteriores.

La mayor parte de la Tierra es sólida, mientras que el sol es gaseoso; un 70% de hidrógeno y un 28% de Helio y un 2% de elementos pesados. La capa externa se denomina fotosfera. Pero en realidad el sol no tiene “superficie” y su atmósfera se extiende hasta la Tierra y más allá.

Además es una vorágine de actividad electromagnética.

En la Tierra muy pocos materiales son buenos conductores de la electricidad. Pero en el Sol todo es conductivo, porque allí prácticamente no hay átomos eléctricamente neutros. Las ingentes energías térmica y de radiación, excitan los electrones y los hacen saltar de sus átomos produciendo una brillante sopa de núcleos con carga positiva y electrones libres con carga negativa: una masa gaseosa llamada plasma que transmite la corriente con tanta facilidad como el alambre de cobre. Todo lo que vemos como actividad solar son los efectos del plasma sobre un campo magnético y viceversa.

La fuente de esa energía es la fusión nuclear. Al igual que todas las estrellas, el Sol se formó cuando los gases y el polvo interestelar locales se amalgamaron, atraídos por la gravedad arremolinándose en una esfera a medida que la masa crecía, aumentó la presión sobre el hidrógeno del centro, hasta desencadenar una reacción de fusión por la cual los núcleos de hidrógeno se unen entre sí en un proceso de varias fases hasta crear el Helio. La masa de los núcleos resultantes es ligeramente inferior a la de los núcleos de hidrógeno originales. La diferencia se convierte en energía, gran parte de esta energía se emite como luz en forma de rayos gamma, la longitud de onda más energética del espectro electromagnético.

Pero el núcleo del Sol es tan denso que un solo fotón, la unidad fundamental de la luz, no puede recorrer ni siquiera una fracción de milímetro sin chocar con alguna partícula subatómica, que lo dispersa y lo absorbe y lo remite.

De este modo, pueden pasar cientos de miles de años antes de que un fotón consiga recorrer botando y rebotando los 700.000 km. que los separan de la superficie del Sol. Para entonces ya ha perdido tanta energía que por lo general emerge convertido en la radiación comparativamente débil que llamamos luz visible.

En la década de 1.950, el modelo de fusión ya había quedado establecido, excepto por una energía: la producción de las fantasmales partículas subatómicas, llamadas neutrinos generados en el proceso de la fusión.

Una iniciativa internacional que los neutrinos desparecidos habían montado en tipos diferentes, indetectables antes de la instalación de los instrumentos más avanzados.

Desde luego, vivimos la edad de oro de la ciencia solar, que ha demostrado que el Astro Rey es el único objeto astronómico de importancia crítica para la humanidad.

Entre las grandes preguntas acerca de la naturaleza del sol figuran:

¿Qué mecanismos internos producen la potente dínamo magnética del Sol. Nuestra estrella tiene un campo magnético que determina prácticamente lo que ocurre en el Sol? Nuestra estrella tiene un campo magnético general, Norte y Sur, producido al parecer por el movimiento interno del plasma, un movimiento semejante al de una dínamo.

En la década de 1.980 los científicos desarrollan la técnica de la helionimología una especie de ultrasonidos de las entrañas del Sol que permite analizar la propagación de las ondas sonoras a través de nuestro astro utilizando las técnicas que emplean los geólogos para estudiar estructura interna de la Tierra.

Ahora se está estudiando estructuras en el interior del Sol.

A la altura del ecuador la fotosfera visible y la zona convectiva situada justo debajo, describen una revolución completa en unos 26 días a unos 7.150 km. Por hora, pero cerca de los Polos tardan unos 36 días a tan solo 875 km. Por hora.

¿Por qué fluctúan las manchas solares en ciclos de 11 años y qué efectos tiene la fluctuación sobre el clima terrestre?

Cuando esos titánicos haces de líneas del campo magnético asocian y sobresalen como una lluvia a través de la fotosfera, pueden variar en diámetro desde los 2.500 km. Hasta varias veces el tamaño de la Tierra.

Las primeras referencias fiables a las manchas solares datan del siglo I a/c en China.

En 1.915 se demostró que las manchas suelen comparecer por pares, además se comprobó que todos los pares de manchas del hemisferio norte del Sol tienen la misma orientación, y que todos los pares de manchas del hemisferio sur tienen la orientación opuesta.

Cada 11 años de promedio, el Sol invierte su polaridad magnética general: el polo magnético se convierte en polo sur y viceversa.

Por lo tanto un ciclo solar completo que devuelve al astro a su orientación inicial dura un promedio de 22 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario